Webflow es un constructor de sitios web basado en la nube que ha ganado popularidad desde su lanzamiento en 2013. Este servicio combina un potente editor visual, un sistema de gestión de contenido (CMS) y capacidades de hosting, lo que permite a los usuarios diseñar páginas web atractivas y funcionales sin necesidad de conocimientos avanzados de programación. A través de su interfaz de arrastrar y soltar, Webflow permite a los diseñadores plasmar sus ideas creativas en un entorno digital, facilitando la creación de sitios web responsivos que se adaptan a diferentes dispositivos. Entre sus características más destacadas se encuentran las herramientas de diseño visual, soporte para CSS Grid, generación de código limpio y la posibilidad de integrar código personalizado. Además, su robusto CMS permite gestionar contenido dinámico de manera eficiente, lo que es ideal para blogs y portafolios. Webflow también cuenta con un mercado que ofrece más de 115 aplicaciones para extender sus funcionalidades, incluyendo integraciones para comercio electrónico y automatización de marketing. Sin embargo, a pesar de sus numerosas ventajas, Webflow presenta una curva de aprendizaje empinada, lo que puede ser un obstáculo para principiantes. Asimismo, su plataforma de comercio electrónico puede no tener todas las características avanzadas que ofrecen otros competidores como Shopify. En resumen, Webflow es una herramienta poderosa para aquellos que buscan flexibilidad de diseño y código limpio, aunque es fundamental evaluar su idoneidad según las necesidades específicas del proyecto y el presupuesto disponible.